La hidratación es vital.
El cuerpo necesita agua y por el sudor se agotan las existencias, a veces sin
darnos cuenta y esto puede dar lugar a un estado de deshidratación grave.
Hay que destacar que en
las personas mayores la sensación de sed es un mecanismo que a penas
funciona, y por esto es un problema frecuente en ellos la deshidratación,
por lo tanto hay que inducirles a beber cada cierto tiempo aún sin tener sed.
Es fundamental beber y
aunque no solamente agua si primordialmente, en pequeñas cantidades y de forma
continua. Hay que beber entre comidas, aunque no tengamos sed, repetimos
una y otra vez, y por supuesto aunque no se haga actividad física alguna.
Cuidado con el alcohol,
tiene efecto diurético es decir, hace perder más líquido.
Las comidas hay que
procurar que sean ligeras y frescas, alimentos ricos en agua como ensaladas,
frutas, hortalizas.
Protégete del sol, si
tienes que caminar bajo él usa sombrero, prendas de vestir ligeras y
holgadas que transpiren a ser posible de algodón y no te de vergüenza de usar
sombrilla, de vergonzosos está el cementerio lleno.
Si tienes que hacer
algún ejercicio físico procura evitar hacerlos en horas de calor, intenta
hacerlos a primera o a última hora del día. Y reponer líquidos después.
En casa no dejes pasar
el sol a las habitaciones, ventila tu casa a primera hora de la mañana, luego
baja las persianas y abre las ventanas, que pase el aire y no el calor (si ves
que el aire que entra es caliente cierra las ventanas) y a la caída de la tarde
vuelve a abrirlas (sin encender la luz que es cuando entran los mosquitos)
Los síntomas de la
deshidratación son: piel seca y pálida, labios agrietados, debilitación
progresiva, poca orina y deposiciones duras y secas, náuseas,
incluso puede llegar a desvanecimiento.
A la persona que se
sospeche de padecerlo hay que darle líquidos inmediatamente en pequeñas
cantidades y tener cuidado porque si no reacciona le puede bajar el
pulso, desvanecer, puede bajar la presión sanguínea extremadamente y
entrar en shock. así que inmediatamente llevarle a urgencias en cuanto se
vean los primeros síntomas para ver el grado del padecimiento y que el médico
juzgue.
Por último, no confundir
la deshidratación, falta de líquido corporal, con el golpe de calor, exceso de
temperatura corporal, pero de esto último hablaremos otro día.
—Manly, déjame tu abanico.
—¿Mi abanico?, umm... Pirmaky, vamos a negociar...
—Uy qué peligro...
©PyM
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