Ayer en Top Chef de Antenas 3,
concurso seguido por multitud de televidentes, fue expulsada la concursante Bárbara. Esta vez la expulsión va aderezada de
pimienta y mucha leche agria.
Bárbara Amorós, con una empresa
de catering a su nombre, ha sido una
concursante que por su carácter no ha sido aceptada por el resto de compañeros.
Estamos de acuerdo que es parlanchina, despistada pero ¿eso es tan grave como
para que los demás le den la espalda? Porque esa ha sido la actitud durante
todo el programa hacia esta chica.
El colmo fue ayer cuando en una
prueba, decisiva, Begoña Rodrigo, cocinera de su propio restaurante La Salita
en Valencia, tenía el privilegio de poder quitarle a dos participantes, uno de los ingredientes elegidos por ellos para la realización del plato, un besugo en cuestión. Ni decir
tiene que Bárbara fue una de las elegidas, el agravante fue que a Miguel Cobo, actualmente
al frente del restaurante familiar el Valles en Burgos, le quitó el vino (dicho
por ella después, porque sabia que no le haría falta) y a Bárbara le quitó el
aceite, nada menos que el aceite. Acción que incluso fue reprendida sutilmente por Chicote
Digo yo que por qué no le quitó
directamente el besugo.
Ayer, de la prueba eliminatoria,
salió vencedor Javier Estévez, Jefe de
cocina en el Mesón de Doña Filo, Colmenar de Arroyo, que por cierto, tampoco
ganó por goleada el jurado estuvo muy dubitativo, pero este dijo: “Estoy
encantado de echar a Bárbara” Sin embargo Bárbara le dio la enhorabuena y le
deseó suerte. Javi, a ver si aprendes de clase y de estilo, en esto te da siete
vueltas Bárbara.
No es la primera vez que le ponen
la zancadilla, también otro día la eligieron a ella como jefa de grupo porque
tenían la seguridad de que sería un fracaso, y así fue pero ¿es noble o
gratificante ganar este concurso utilizando no el buen hacer de la cocina de
uno mismo sino el mal hacer del contrincante?
Ayer Miguel Cobo, la tildó de
mala educación, demasiado que se calló, yo no hubiese tenido la misma paciencia.
Pero Miguel, ¡si te pasas el día criticando a tus compañeros, que si fulanito
que si menganito, pero si eres más que cocinero porterillo! (con mis respetos
para los porteros)
Antonio Arrabal que se cree el “nomber
one”, en la realidad Jefe de cocina en el hotel Abba de Burgos dice: Bárbara no
aporta nada aquí, no ama este oficio” y
digo yo: qué sabe él lo que ama Bárbara. A Antonio alguien debería recordarle
que le pasaron una prueba en la que el jurado se encontró un trozo de plástico
en la comida. Si voy yo a su restaurante y me encuentro un plástico me tiene
que dar el libro de reclamaciones como poco.
Un óle para Bárbara que a pesar
de haber sufrido bulin por parte de sus compañeros, no ha perdido la sonrisa
ante ellos. Que aprendan todos estos
cocineros a saber lo que es compañerismo, unidad, trabajo en equipo, porque de
todo esto y de educación no saben ni “papa”
—Manly, ¡con lo que cuesta comer
en los restaurantes de esta gente que les falte el ingrediente del buen estilo!
—Pirmaky, yo me quedo con el McDonall
que quienes lo llevan son chicos simpatiquísimos.
Publicado por ©PyM
1 comentario:
Olé por tu articulo, totalmente de acuerdo.
Me queda la esperanza que no todos los cocineros suben escalones, empujando hacia abajo, a los compañeros que se encuentren por el camino. Creo que tienen mucho que aprender de humildad y educación.
Afortunadamente, parece que la generación futura, lo digo por el concurso pasado Master Chef no se apuñalaban por la espalda y gano un concursante que además de buen cocinero, era buen compañero y muy educado. Que aprendan los de Top Chef.
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