Estamos de enhorabuena, hemos salido del mundial, nos han
echado.
No fue una derrota más,
fue un partido que pasará a la historia negra del baloncesto español. Y además
jugábamos en casa.
Pero cómo no iba a ser así, si tenemos el peor de todos los
entrenadores: Juan Antonio Orenga. Qué esperábamos de alguien que sólo ha sido
entrenador del Estudiantes del que fue
cesado cuando el equipo llevaba un balance de 6 victorias y 9 derrotas.
“Estoy aquí porque la Federación ha confiado en mi, soy un
hombre de la Federación”, ha declarado Orenga, pues sí, eso
está claro, fue una puesta a dedo y
ahora ese designio pasa recibo. ¿Pero quien paga? Como siempre la afición.
—Manly, se admiten apuestas a que no dimite
—Pirmaky, aquí no dimite ni el tato
©PyM
1 comentario:
Dimitir?aqui no se conjuga ese verbo
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