Antes de poner un fármaco en el mercado tiene que seguir un
protocolo muy exhaustivo. Un punto muy delicado es la hora de probarlos en
personas, para eso, se administra a un
grupo de voluntarios que firman su
autorización asumiendo el riesgo que esto supone.
Este procedimiento es el aceptado por la comunidad
científica para saber qué efectos tanto
útiles como adversos tiene un
determinado fármaco, se llama protocolo clínico o estudio de investigación
clínica. El procedimiento puede durar 8 años fácilmente.
Cualquier persona puede ser voluntaria, con el perfil
determinado que exija el estudio firmará un documento donde se explicita los
riesgos a los que se somete con dicha prueba. Si es menor de edad tendrá que
firmar los padres o tutores en su caso. Curioso que entre las personas que
forman parte del estudio a algunos de ellos les será suministrado no el fármaco
sino un placebo pero ellos no lo sabrán.
En cualquier caso pueden retirarse de dicho estudio en el momento en el
que ellos quieran.
Los ensayos clínicos tienen varias fases y así como la
primera los voluntarios no padecen enfermedad alguna, la segunda fase ya si son
personas que padecen la enfermedad para la cual se está realizando el estudio.
En la tercera fase el estudio va determinando
el resultado que tiene el fármaco entre los distintos grupos de población (mayores,
embarazadas…) Y por último la cuarta fase ya el fármaco se encuentra en el
mercado y se vigila la efectividad real que tiene así como cualquier efecto que
pudiera tener que no haya sido detectado en el proceso.
Los medicamentos de uso compasivo son aquellos que habiendo
personas que no tienen ninguna alternativa en su tratamiento, puede serles
prescritos fármacos que no han pasado por las fases descritas anteriormente,
previa autorización de las autoridades competentes.
Los ensayos clínicos se realizan siguiendo unas reglas
internacionales tanto éticas como de
seguridad para los sujetos que se
someten a ellos. Y aquí es donde
entramos en la noticia de hace unos días: En Francia, en un ensayo clínico
realizado con 90 personas, se han visto afectadas seriamente cinco de las 6 que
tomaron la dosis más elevadas, cuatro de ellas con alteraciones neurológicas y
una con muerte cerebral que al final ha
acabado con su vida. Ahora se investiga si se estaban cumpliendo todas las
normas establecidas para el ensayo clínico
Se estudiaba la molécula BIA 10-2474 como tratamiento para
trastornos de ánimo y neurológicos. Había sido probada con animales pero
entraba en la primera fase del ensayo clínico.
Los voluntarios se someten a ingestas,
inyecciones, a controles,
analíticas, pruebas, visitas al hospital… y al final reciben una compensación,
se supone que por todas las molestias, en algunos casos puede ser económica y llegar hasta 1600 euros, en algunos países no cobran y se hace por un
total altruismo. También en algunas ocasiones se les hace un seguro de vida que
cubre los dos años siguientes de la investigación Los anuncios aparecen en la
Red aunque tradicionalmente los voluntarios son estudiantes de medicina y
farmacia, pero están al alcance de cualquier persona sana.
La participación es mínima y muchas investigaciones sufren
retrasos muy considerables por este
motivo.
Se realizan unos 740 ensayos clínicos al año.
Antonio Portolés, director de la Fundación de la
Investigación Biomédica del Hospital San Carlos de Madrid asegura: “La
participación puede conllevar riesgos. Nada es inocuo, ni siquiera el agua”
©PyM
1 comentario:
Y lo que probamos sin saber que estamos comiendo nosotros. Mejor no saberlo. Porqué entre conservantes, acidulantes, colorantes, e-300, e-320 y otras sustancias acojonantes, eso que digo, mejor no saberlo.
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