En estos días de Semana Santa, en medio de la vorágine y bien merecida “ansia vacacional”, surge un impulso que va más allá de la Iglesia (independientemente a que le venga bien a ésta): multitud de personas de todas las edades salen a la calle a vivir una pasión que sienten dentro.
Es un impulso natural, es algo pegadizo y envolvente, una pasión vivida con alegría y festejada con respeto, una llamada que no obedece a pautas eclesiásticas sino religiosas y de fe, eso es lo grande de esta Semana, ver un paso y vitorear “Macarena Guapa” porque lo sientes así y ser capaz de aguantar que pasen delante tuya 2500 nazarenos hasta ver al Cristo, y aplaudir a una mala saeta pero cantanda con un sentimiento inaudito.
Esta es la creencia de la gente de a pie, no de los curas ni de papas, ni de ahora cambio el Padre Nuestro, y ahora el día de San José no es fiesta. Aquí es donde se toma el pulso sobre si la gente cree o no cree. Aquí, en la calle y de forma voluntaria y no en la misa del domingo, ni en los golpes de pecho.
Aquí, en pleno asfalto y a la interperie, con uno mismo.
Publicado por ©Manly
3 comentarios:
Un sentimiento curioso...que lejos estoy yo de todo eso.
¿como hago para valorar el blog?
Mana
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