Una vez más el abogado de
Barcenas pide la excarcelación de su defendido, alega varias lindeces, entre
otras la de que le produce perjuicios su estancia alli. Pero Sr. Juez, ¿no va
usted a sancionar a ese abogado después de decirle esto? Con la venia, creo que
le toma el pelo. En una cárcel no va a estar como en el salón de su casa,
vamos, digo yo. Una cárcel es una cárcel.
También manifiesta que a su
defendido no le queda dinero para huir, y es que hay abogados que deben creerse
todo lo que les dicen, porque vamos, a saber lo que tiene Bárcenas y dónde,
creo recordar que el otro día le salió
una cuenta nueva compartida ¿no? Ains, ains, letrado que se lo cree usted todo.
También le parece que su defendido
está en la cárcel basándose en “vagas
imputaciones”. Hombre, yo no sé a lo
que le llama “vagas imputaciones” pero a
mi los ojos se me hacen chiribitas cuando oigo hablar de 48 millones de euros.
Pero sigue el lumbreras diciendo
que el delito fiscal que se le imputa,
los que respecta al año 2002, 2003, y 2007 ya han prescrito y los posteriores los regularizó Bárcenas
acogiéndose a la amnistía fiscal. Dice esto y se queda tan pancho, o sea, esto
es como el pillo que hace una travesura y desde una esquina socarronamente
dice: “jeje, no me vais a pillar”. Pero vamos a ver, ¿ tenemos que oír esto y a
continuación escuchamos que a una mujer están a punto de llevarla a la cárcel
por utilizar una tarjeta de crédito que se encontró y comprar con ellas comida
y pañales para sus hijas?.
Quienes vamos a acabar con serios
perjuicios somos nosotros, los ciudadanos.
—Pirmaky, que le lleven un séquito para que le abaniquen, le
lean el periódico, le hagan la manicura, le cuenten chistes y le hagan cosquillas
en los pies
—No Manly, que nos lo
cargan a la cuenta de todos.
—Ah, pues chitón.
©PyM
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