24 marzo 2014

Adolfo Suárez

España vive 3 días de luto. Ha muerto el artífice de la democracia española.

Quienes hemos vivido, aunque nos haya pillado muy de niños, el antes y el después de la Presidencia de Suárez, sabemos que ha sido el mejor Presidente que ha tenido España desde que muriera Franco.    


Salíamos de años de represión, las heridas de la guerra aún estaban calientes, nos regíamos por el famoso “Fuero de los españoles”. Era una España en la que un cura, un alcalde, un militar, y no digamos un guardia civil eran autoridades ante las cuales nadie podía rebatir, todo esto era impensable  cambiarlo de forma pacífica, sin embargo entre todos los españoles, bajo la batuta de Suárez fuimos capaces de hacerlo. 

Yo recuerdo estar un día en el Instituto y un profesor joven y rebelde nos explicaba la diferencia entre ser de derechas y de izquierdas. Después de la explicación nos hizo una pregunta: ¿Cómo os sentís vosotras? Una por una de las 40 niñas que allí estábamos fuimos contestando, sólo una dijo: soy demócrata, a lo cual, todas extrañadas dijimos: “¿Demócrata, qué es eso?”  Era una España en la que no se sabía de la existencia de la democracia, el que cada uno pensara lo que quisiera y fuese respetado. Por cierto, con profesores como estos un día fuimos asaltados en el instituto por la policía y cada vez que había una manifestación nos encerraban para no dejarnos acudir, porque siempre hay gente que se “chiva” eso de apuntar con el dedo era muy normal además de peligroso.



Un país donde nuestros padres nos decían: “Vosotros no habléis de política”. Yo me recuerdo en la casa de una amiga escuchando canciones protestas y viendo películas  ilegales del bombardeo de Guernica y de repente un día anuncian por la radio que legalizan el Comunismo.  

En cinco años cambió el panorama político, podíamos pertenecer a partidos políticos, teníamos Constitución, votábamos…

La transición fue dura, tuvimos que acostumbrarnos a andar por las calles mientras nos cruzábamos con guardias nacionales cargando fusiles que no apuntaban al suelo.  Íbamos por la calle y raro era el día que no oíamos rumores de gritos provenir de una esquina, era una manifestación, entonces lo mejor era quedarse quieto contra la pared porque si andabas te caían palos hasta en el paladar.  Fueron años de dolor, estabas en clase y venían a por una compañera, habían matado a su padre. 

Los chicos de hoy no han conocido todo esto y por eso no pueden valorar lo que tenemos, que si, que es mejorable, pero en aquel  tiempo fuimos ejemplo mundial de transición política en paz.  La labor de Suárez es estudiada y reconocida en Universidades prestigiosas.

Era un hombre honrado que nunca se valió de la política para su gloria, muy al contrario llegó a perder su casa cuya hipoteca no pudo pagar.  Era un hombre que antepuso su responsabilidad política a su familia, que puso toda su entrega por lo que hacía. Un hombre con una ambición controlada con una autoestima incombustible. Alguien que supo cuando empezar y cuando acabar. Un hombre que soñaba con llevar a España a la democracia por encima de él, y lo consiguió.


—Pirmaky, ¿tu crees que los políticos actuales tomarán nota y aprenderán de su comportamiento?
—Manly, son 3 días de condolencias, al cuarto volvemos como estábamos.




Publicado por ©PyM



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