13 marzo 2014

Tras 25 años en el corredor de la muerte, en EEUU, Glenn Ford, es declarado inocente

Glenn Ford de 64 años  tras haber estado 30 años  en la cárcel, 25 de ellos en el pasillo de la muerte, ha sido excarcelado, uno de los testigos acusatorios de más fuerza para el veredicto,  ha admitido  que su declaración fue falsa. G.Ford es inocente.

Como compensación  el Estado le va a pagar 27 euros por noche pasada en la cárcel y supongo que así creen que la deuda está saldada pero este hombre ha pasado más de la mitad de su vida en una celda bajo la presión de ser ajusticiado.  Fue acusado de matar al anticuario para quien trabajaba como jardinero.
Glenn Ford dice sentir rencor por haber perdido tres décadas de su vida en la cárcel esperando ser ejecutado en la silla eléctrica por un delito que siempre negó haber cometido, y se lamenta de haber perdido la infancia de sus hijos que eran bebés cuando él fue encarcelado.

150 hombres han sido declarados inocentes después de haber estado en el corredor de la muerte, la mayoría de ellos negros.

Según Amnistía Internacional, el dinero, la raza, el lugar donde se ha cometido el crimen puede ser más decisivo que las mismas circunstancias del delito para ser condenado el autor  a pena de muerte y así vemos que los latinos que viven en Estados Unidos son víctimas de asesinatos en un 47% más que el resto de la población y sin embargo las penas de muerte a penas recaen sobre víctimas latinas.

La pena de muerte no previene el crimen, de hecho en los Ángeles, después de la ejecución de   Robert Alton Harris, en 1992, la proporción de homicidios aumentó en los 8 meses posteriores.




“Nada hay más vil que la pena de muerte porque el Estado que la ejerce, ya desde el instante mismo en que la ha instaurado, se autoinocula la vileza del mafioso que, para defender sus miserables negocios, recurre al crimen. Y si el crimen individual puede adquirir todavía en los tribunales el rango menos grave de homicidio frente al rango de asesinato, el crimen perpetrado por el Estado, por su premeditación y alevosía, es siempre asesinato”.  En cursiva, extracto deLas anécdotas de Grecia” de  Ramón Irigoyen






Publicado por ©PyM

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