La piel es un órgano, el más extenso que tenemos, hay que tener
conciencia de ello y hay que cuidarlo como podemos cuidar el corazón o los
pulmones.
Nosotros añadiríamos que es un órgano rencoroso y lo es porque no
olvida.
Cuando vemos que el color de nuestra piel se ensombrece decimos que estamos bronceados, pues bien, en
realidad lo que está ocurriendo es que nuestra piel se defiende del ataque
externo de los rayos solares, de los rayos ultravioletas. Años tras año la lucha continúa hasta que ya
las células no tienen defensas posibles y se detecta un envejecimiento precoz
de la piel con las consiguientes manchas, estas manchas pueden llegar a ser cancerígenas.
Desde que nacemos la piel recibe
los rayos solares y estos se van acumulando.
Ahora que estamos en el tiempo en el que más fuerte es la incidencia
del sol en nuestro cuerpo hay que tomar medidas para reducir el riesgo de
contraer enfermedades tan graves como es el cáncer de piel, pero en realidad
también hay que tomar precauciones en invierno, no lo olvidemos.
Es imprescindible que usemos protector solar en las zonas expuestas, y
no solo cuando estemos en la playa sino también en la ciudad como es obvio.
Según la sensibilidad de la piel
habrá que elegir una marca u otra, hay que ver especificaciones en el producto
a utilizar.
Una zona sensible son los párpados, donde curiosamente hay más
incidencia de cáncer de piel.
Atención a la zona de la cabeza,
en este caso lo más acertado es utilizar
sombrero. Utilizar gafas de sol también es
importante siempre que sean compradas en un óptico, de buena calidad, en caso
contrario mejor no usar gafas.
Hay dos tipos de rayos los UVA y los UVB los distintos productos solares deben
especificar si filtran a ambos.
El número de factor solar que contiene un productor hace referencia al
tiempo que protege nuestra piel de una quemadura solar, este tiempo varía por
lógica de lo sensible que sea nuestra piel,
y así la piel clara, los niños, los rayos les afecta enseguida pero como promedio se entiende que en 10
minutos sin protección la piel ya estará irritada como mínimo.
El protector solar es de protocolo que se utilice 30 minutos antes de
que la piel se exponga al sol, si estamos en la playa habrá que repetirlo
cuando salgamos del agua y en todo caso hay que volverlo a dar cada dos
horas. No importa que esté nublado el
día, los rayos inciden de igual manera.
No olvide que incluso habiéndose embadurnado de crema solar, no debe exponerse
en las horas centrales, es decir entre las 12 y las 16h
Por supuesto que si está tomando medicamentos o acaba de ser operado o
someterse a algún tratamiento, debe preguntar a su médico si debe tomar el sol.
El protector solar una vez abierto caduca, suele ser un año, tiene un simbolito que así lo indica, si lo
desconoce pregunte cuando lo compre.
Aún con todo, si advierte algún lunar en su piel, o peca o algo nuevo
que crece o una mancha con forma irregular… consulte a su médico.
Partimos de la base que el sol nos proporciona vitamina D, pero tomado
de forma correcta, si nos pasamos tendremos en el mejor de los casos una piel
envejecida y arrugada como una pasa y en casos más dramáticos cáncer. Téngalo en cuenta.
©PyM
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