11 julio 2018

Protectores solares, un arma imprescindible contra el cáncer de piel


La piel es un órgano, el más extenso que tenemos, hay que tener conciencia de ello y hay que cuidarlo como podemos cuidar el corazón o los pulmones.
Nosotros añadiríamos que es un órgano rencoroso y lo es porque no olvida.

Cuando vemos que el color de nuestra piel se ensombrece  decimos que estamos bronceados, pues bien, en realidad lo que está ocurriendo es que nuestra piel se defiende del ataque externo de los rayos solares, de los rayos ultravioletas.  Años tras año la lucha continúa hasta que ya las células no tienen defensas posibles y se detecta un envejecimiento precoz de la piel con las consiguientes manchas, estas manchas pueden llegar  a ser cancerígenas. 

Desde que nacemos la piel recibe los rayos solares y estos se van acumulando.

Ahora que estamos en el tiempo en el que más fuerte es la incidencia del sol en nuestro cuerpo hay que tomar medidas para reducir el riesgo de contraer enfermedades tan graves como es el cáncer de piel, pero en realidad también hay que tomar precauciones en invierno, no lo olvidemos.

Es imprescindible que usemos protector solar en las zonas expuestas, y no solo cuando estemos en la playa sino también en la ciudad como es obvio.

Según  la sensibilidad de la piel habrá que elegir una marca u otra, hay que ver especificaciones en el producto a utilizar.
Una zona sensible son los párpados, donde curiosamente hay más incidencia de cáncer de piel.
Atención a  la zona de la cabeza, en este caso lo más acertado es  utilizar sombrero.  Utilizar gafas de sol también es importante siempre que sean compradas en un óptico, de buena calidad, en caso contrario mejor no usar gafas.


Hay dos tipos de rayos los UVA y los UVB  los distintos productos solares deben especificar si filtran a ambos.
El número de factor solar que contiene un productor hace referencia al tiempo que protege nuestra piel de una quemadura solar, este tiempo varía por lógica de lo  sensible que sea nuestra piel, y así la piel clara, los niños, los rayos les afecta enseguida  pero como promedio se entiende que en 10 minutos sin protección la piel ya estará irritada como mínimo.

El protector solar es de protocolo que se utilice 30 minutos antes de que la piel se exponga al sol, si estamos en la playa habrá que repetirlo cuando salgamos del agua y en todo caso hay que volverlo a dar cada dos horas.  No importa que esté nublado el día, los rayos inciden de igual manera.

No olvide que incluso habiéndose embadurnado de crema solar, no debe exponerse en las horas centrales, es decir entre las 12 y las 16h

Por supuesto que si está tomando medicamentos o acaba de ser operado o someterse a algún tratamiento, debe preguntar a su médico si debe tomar el sol.

El protector solar una vez abierto caduca, suele ser un año,  tiene un simbolito que así lo indica, si lo desconoce pregunte cuando lo compre.

Aún con todo, si advierte algún lunar en su piel, o peca o algo nuevo que crece o una mancha con forma irregular… consulte a su médico.

Partimos de la base que el sol nos proporciona vitamina D, pero tomado de forma correcta, si nos pasamos tendremos en el mejor de los casos una piel envejecida y arrugada como una pasa y en casos más dramáticos cáncer.  Téngalo en cuenta.







©PyM


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