Se ha celebrado un juicio donde
una chica y sus padres han sido procesados por haber tocado el piano en su
propia casa con más decibelios de lo permitido. Una vecina le acusa de haber
estado 8 horas diarias 5 días a la semana, y esto le ha producido alteraciones
de sueño, pánico y angustia. La pianista alega que por dos veces insonorizó la
habitación y que en cualquier caso el aparato del Ayuntamiento que midió los
decibelios no estaba bien calibrado. La
fiscal solicita seis años de cárcel por contaminación acústica y un año y seis meses por lesiones psíquicas y
20.000 euros por multa e indemnización incluso se baraja la posibilidad de inhabilitación profesional para la pianista.
Como diría Mauricio de la serie Aída: “Pero esto qué
eeeeeeee…”
Hemos perdido el horizonte, los
papeles, la vergüenza, la razón, lo hemos perdido todo.
A esta chica por tocar el piano
le cae la del pulpo, mientras, personajes públicos que han hecho caer la
economía del país se pasean con total impunidad.
Contaminación acústica por un
decibelio, mientras que en muchas de las ciudades españolas aguantamos
decibelios por un tubo, por encima de lo los aconsejables para nuestra salud,
que no hay ni que medirlos, que para hablar tenemos que gritar.
Todos sabemos que el Ayuntamiento
de Madrid puso los medidores de ruidos en lugares estratégicos donde era menor, que se pasen por las salidas de los
túneles de la M-30 por la noche a ver qué dicen de los ruidos constantes de los
ventiladores, y de las máquinas que a media noche pasan como mantenimiento. Y en muchas calles, quien viva en la Gran Vía
de Madrid, por poner un ejemplo, ¿han
medido los decibelios allí? Y contra esto ¿a quién podemos recurrir?
La pianista se está jugando la
inhabilitación profesional. Esto es lo más grande que he escuchado en mucho
tiempo. Mientras, los ejecutivos que se han gastado el dinero
del contribuyente en comilonas y viajes (no quiero dar nombres hoy) estos siguen en su lugar de trabajo. Y los
que han hecho caer con su mala gestión grandes pilares de nuestra economía,
estos simplemente cambian de empresa. Y a esta chica no la van a dejar
dedicarse a su carrera, pianista, por un par de decibelios.
Repito: ¿Esto qué eeeeeee……?
—Manly, que esto no tiene solución
—Pirmaky, esto ya es
para m..r y no echar gota.
Publicado por ©PyM
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