Esos gritos que no escucharon el pasado
6 de Octubre, ocho Mossos d’Escuadra en el Raval, a mi no me dejan dormir.
Cómo puede ser que yo estando tan
lejos los escuche y que ellos teniéndolo bajo sus puños y rodillas no lo oyeran.
Era un hombre moribundo que gritaba, con
esos golpes en el cráneo, en todo el cuerpo no se podía escapar, sin golpes
tampoco: era uno contra ocho ¿Entonces a qué venía todo? ¿Qué explicación vale?
Yo es que este caso lo veo muy sencillo, el juicio tenía que ser YA, pero con
jurado popular.
Si a mi me pillan esta madrugada
golpeando a alguien hasta el umbral de la muerte y alguien me rueda en vídeo,
ya estoy yo delante del juez acusada de
homicidio. Estos Mossos siguen en la calle, no sé si estarán acusados de algo,
no tengo ni idea, tengo entendido que le apartaron del Cuerpo de forma
preventiva, faltaría mas que siguieran en su trabajo de ”vigilar por la seguridad de las calles” pero, aunque yo no se de leyes, seguro que no son tratados como si hubiese
sido yo la que hubiese estado pegando, por razones política, por formalismos,
por lo que sea una vez más no somos todos iguales ante la ley.
Los gritos de ese hombre son
desgarradores, no entro si era una buena
persona o un criminal, si era santo varón o si truhán, sólo se que era un
hombre que estaba siendo vapuleado no se podía defender y pedía auxilio, todo
esto en un estado de derecho ¿he dicho que estamos en un estado de derecho? Habrá
sido un lapsus.
—Manly, en los trabajos debería
ser obligatorio una hora diaria de boxeo para soltar adrenalina
—Pirmaky, el estrés se libera, la malas entrañas no
estoy tan segura.
Publicado por ©PyM
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