Pues si, no es sarcasmo: la
importancia de ser barrendero, la importancia de ser ministro, la importancia
de ser ingeniero, la importancia de ser fontanero… y así la importancia de
todas las profesiones que existen.
Dejando a un lado los pormenores
de la huelga en sí que estamos sufriendo los madrileños, quiero poner de relieve lo que esta actividad conlleva para una ciudad, una
actividad que sin ser de universidad llega a ser imprescindible para todos. De
hecho, que no se barran las calles de la
ciudad nos afecta a todos los ciudadanos, al igual que nos afecta cuando los
trabajadores de la EMT o del suburbano se ponen de huelga, trabajos que no requieren
estudios universitarios. Sin embargo, lo que hagan los corredores de bolsa o directores generales de
una naviera, esto ya no nos afecta a todos, aunque se pusieran en huelga que ni
idea si algún día se han llegado a poner, no nos afecta. Es decir, las profesiones porque estén en lo
alto de la pirámide de la sociedad no quiere decir que tengan más importancia,
habrán tenido que hacer más esfuerzo para dedicarse a ellas, habrán tenido más
oportunidad hasta conseguir los títulos,
pero al final una sociedad requiere de todos los oficios.
La prueba de esto es que hoy se
hace difícil andar por las calles de Madrid, vuelvo a repetir que sin entrar en
el tema de la huelga en sí que daría para otro post. Hoy todos aquellos
yupis estirados de cuello alto se ven afectados por el no trabajo de estas
personas que muchas veces pasamos por su lado y no apreciamos su labor., igual
que no se suele apreciar el trabajo de las auxiliares de clínica, el trabajo de los conserjes, el de los vendedores de kioscos.
Estamos acostumbrados a ver cómo
alguien que tiene un trabajo de notario, o alcalde, o director de una empresa
multinacional, es más considerado que otro que sea zapatero, o taxista, o portero (de una finca que si es de
fútbol es del otro grupo). Pues bien,
hoy que en Madrid sufrimos el cuarto día de huelga de basura queda comprobado
que cualquier oficio es imprescindible
(bueno, no se si es imprescindible ser portero de fútbol quizás todos los
jugadores deberían ser aficionados) Y
ahora yo añado, a ser arquitecto todos
nos apuntamos, después de cursar unos
estudios vas con tus planos, un casco y a tu despacho, visitando de vez en
cuando la obra (sin desmerecer en absoluto la labor meritoria de un arquitecto)
pero ¿estamos seguros de que cualquiera es capaz de bajar a una mina a
trabajar?¿Estamos seguros de que cualquiera es capaz de limpiar inodoros y
lavabos?
Todos los oficios tienen su
“arte” y su buen hacer. Un día el padre
de Manly, en su sabiduría dijo a sus
hijos: “En la vida podéis ser de quienes llevan el maletín, o podéis ser
barrenderos, pero si elegís barrer, que vuestro trozo de calle sea el más
limpio”.
Porque el trabajo no dignifica al
hombre, es el hombre quien dignifica al trabajo.
¡Que se les bajen los humos a los
de maletín, que se les suba la estima a los que no lo llevan!.
Publicado por ©PyM
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