Rebelión en Burgos o la incoherencia de los políticos

Burgos, ciudad de ciudades, ciudad histórica donde las haya,  se ha rebelado.

Lo vamos a explicar de forma natural y abreviada: quieren hacer unas obras faraónicas y hay miles de burgaleses que  no tienen para comer.

Si, tal vez hemos exagerado algo pero no nos alejamos demasiado de la realidad.

Las autoridades han aprobado la realización de unas obras en la calle por las que una vía pública de cuatro carriles pasaría a ser a dos con un bulevar en medio. Las plazas de aparcamiento, ahora gratuitas, pasarían a ser de pago al tener que aparcar el coche en un aparcamiento subterráneo.

Los vecinos se quejan de que es el barrio con más alto porcentaje de parados, con una falta de servicios sociales totales a raíz de tanto tijeretazo, y por supuesto también se quejan de que a partir de ahora tendrán que gastarse el dinerito en aparcar su coche.

Nosotros jamás vamos a estar a favor a la violencia pero tampoco vamos a estar a favor del desatino. ¿A quién se le ha ocurrido gastarse ese dineral en una zona donde los recortes impiden que los niños vayan a guarderías públicas, donde hay tanto paro que no pueden salir adelante sino con ayuda de las pensiones de los mayores?  ¿Pero dónde han estudiado estos iluminados que nos gobiernan? Porque mi madre que sólo fue a primaria sabe que si no hay dinero para comer postres no se puede comprar un sofá para la casa, mi madre y cualquier ama de casa sabe que hay un orden de prioridades en cualquier estado económico.

El alcalde dice que las obras no se paralizan, de acuerdo que no se puede dar marcha atrás por ser acosado mediante violencia pero ¿qué argumentos nos da para realizar esas obras? Esa es la pregunta ¿por qué ese gasto tan grande en momentos de crisis? “No se puede permitir que una minoría de violentos doblegue la voluntad democrática” dice el alcalde, Señor Alcalde, le pregunto yo ahora a usted: ¿y una mayoría coherente sí le haría doblegar su voluntad?

Esto que está pasando en Burgos es lo que ocurre en la economía de todo el país, se gastan el dinero en lo que no corre prisa, incluso en lo que no se necesita, ¿algún motivo oculto que no sepamos para estas obras? ¿Quién gana con ellas? Que no me digan que el ciudadano que me parto y me mondo, el ciudadano gana si ese dinero lo invierten en sanidad pública, en ayudas familiares, en servicios sociales. Y que no me digan que son partidas distintas porque las leyes, las normas están para servir al ciudadano y no al contrario.

—Pirmaky, los políticos han perdido el Norte

—Manly, no seas incauta, lo que han perdido es la vergüenza, confían demasiado en la paciencia del pueblo.

Publicado por ©PyM