Estos días están dedicados especialmente a los niños. Es
bonito ver por las calles cómo los padres se afanan en llevar a sus hijos a que
disfruten de la Navidad.
Pues bien, la plaza
de Oriente está vestida de ilusión. Un tío vivo, de esos de antaño, con
caballitos preciosos que suben y bajan, escalera rococó, bancos de lujo… da
vueltas al lado de Palacio. Chiringuitos para comprar regalos, un bar para
tomar algún tentempié y una hermosa pista de patinaje donde reírse y dar
vueltas con cuidado de no caerse. Todo en el marco incomparable de una Plaza tan bonita custodiada por el Palacio Real y el Teatro Real, al lado de los Jardines de Sabatini, la Catedral de la Almudena... Todo un espectáculo para la visión.
Hay que admitir que la plaza está de lujo y como paseo
navideño con los niños (o sin ellos) está para quitarse el sombrero.
—Manly, quién fuera niño
—Pirmaky, y lo vivido, vivido.
Publicado por ©PyM
1 comentario:
Lástima no haberla visto.
Que bonito te ha quedado el blog..
Ahora a esperar a los Reyes....Magos
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