PyM ha estado en el restaurante “Rodríguez”

Estos días hemos estado comiendo en  el restaurante Rodríguez, calle San Cristóbal 15 de Madrid, al lado justo de la Plaza Mayor.

Yo diría que es una “casa de comidas” de muy buena pinta, con especialidad en arroces y paellas según dice su reclamo. Es un lugar donde comer ese día que paseas por el centro y no tienes ganas de cocinar en casa ni de poner ni quitar la mesa.

La decoración no está nada mal, techos altos, paredes decoradas.., en cuanto a la mesa es mejor pedir una lateral y no del centro porque abusan un pelín del espacio y prefieren que quepan mas mesas en lugar de menos sacrificando así la amplitud de pasillos entre ellas.

La atención del personal (siempre hablando de nuestra experiencia) no podríamos decir que es mala, pero si de algo se peca es de confianza. En concreto uno de los camareros, sin conocerte de nada, te toma por “colega” lo cual a mi, me repatalea si tengo que decir la verdad.

Hay menús incluso días festivos a 11,90 euros  con una variedad de 4 platos a elegir tanto primeros como segundos. Lo típico: cocido, ensaladas, revueltos, carnes y pescados, no está mal la variación.

Nosotros nos pedimos una ensalada de salmón que tenía una lonchita de salmón y lo demás lechuga como indica la foto y su enunciado, decía “ensalada de salmón” pues toma: una loncha de salmón, no mentían. También nos pedimos un churrasco que estaba pero que muy tierno y gustoso y sobre todo “en su punto”; 

Panceta con patatas que el camarero repetía: “colesterol con patatas”, lo que digo,  un coleguita. Arroz de paella que como en casi todas partes estaba algo pasada;  Las natillas se veían que estaban hechas allí, eran caseras,  me extrañó su presentación en un simple plato con cucharilla de moka; La tarta de chocolate no era demasiado grande pero a Pirmaky le gustó mucho a juzgar por la foto que os adjunto. Todo ello regado por dos botellitas de vino y una de casera, eh, eh, eh, una de las botellitas de vino quedó entera, no  pedimos  llevárnosla a casa porque era vino de mesa corriente y moliente.  

Estuvimos a gusto, el primer plato lo sirvieron rápido, el segundo les costó más trabajo, no obstante lo calificamos en positivo, repito que para comer y llegar a casa ya comidos y sólo tener que tumbarse a la bartola sin tener que recoger la cocina.

©PyM