Voy esta mañana a comprar tomates y veo: tomates 1,89 euros el
kilo. Ha sido verlo y acordarme de todos
aquellos que en la fiesta de “la tomatina” jugaron con los tomates tirándoselos
los unos a los otros. 200.000 kilos de tomates.
¿Qué pasa que ellos van de sobraos?
¿Y la leche? a 0,79 euros el litro y hoy escucho en la
televisión cómo una mujer que tiene vacas lecheras dice: “Se tira, no hay mas
remedio” y se ve en pantalla cómo tiran los litros de leche. Sin entrar en
polémicas de por qué cuesta el litro de
leche a un precio cuando sale de la vaca y otro cuando llega al mercado, que
eso es otro capítulo ¿qué no puede hacer otra cosa con la leche esta señora?
Señora mía, a usted le pregunto: ¿No
puede usted donarla a los bancos de alimentos? ¿No puede llevarla a las ONG que
distribuyen comida? ¿No puede darla a las familias que tienen hijos y no hacen
las cuatro ingestas diarias porque no tienen para "tanto"? Vamos, vamos…
lo que está claro es que a usted no le hace falta ni sabe lo que es
hacerle falta.
A mi, desde que era pequeña me enseñaron en mi casa que la
comida es algo sagrado,que ni se desperdicia ni se tira y mucho menos se juega con ella.
Es totalmente irrazonable, incoherente, que por un lado se juegue a mancharse con tomates, que se vierta leche por un sumidero y
que al mismo tiempo haya personas que a fin de mes tengan las neveras vacías,
que incluso no tengan neveras, ni casas, que tienen que “ocupar” casa ajena. Todo eso en el mismo país y al mismo tiempo. Esto es perder el horizonte.
Vamos, que no hay derecho que haya gente tan egoísta que
solo vea su problema o sus ganas de divertirse y no se acuerden de que hay
muchos niños, muchas personas adultas, muchos mayores, que no tienen qué comer.
No señor, con la comida no se juega.
©PyM
No hay comentarios:
Publicar un comentario