23 Junio 2011
Esto es lo que se deduce después de las declaraciones de los obispos ante el proyecto de Ley de muerte digna.
Según la conferencia episcopal esta ley podría ser en cubierta una legalización de la eutanasia y por ello iría contra la dignidad humana.
Dicen los obispos que esta ley deja abierta la puerta para ciertas omisiones voluntarias que pueden causar la muerte o que buscan un proceso de aceleración hacia ella.
Estos obispos quieren darnos a entender que mediante esta ley la gente unas van a matar a otras cuando les de la gana. “Doctor me duele la garganta” “No se preocupe, le aplicaré la eutanasia”.
No, esto no va así.
A mi me gustaría y esto no es un decir sino literalmente hablando, me gustaría que uno de estos obispos me acompañara un día a mi trabajo. Yo les llevaría al lado de un señor, de tantos, que teniendo más de 86 años se encuentre en un estado físico terminal con metástasis generalizado, entubado, con o sin conciencia, con dolores tan fuertes que cuando recobran el sentido ya no les es suficiente la morfina para paliarlos, rodeado de familias y amigos que sólo ven sufrir a su ser querido. Personas que ellas mismas si pueden hablar te preguntan qué hacen ellas aún aquí, y te dicen que por favor reces pero para que se las lleve Dios. Que me digan a mi los obispos delante de una de estas personas qué significa para ellos la muerte digna ¿seguir sufriendo?
Esto es lo que se deduce después de las declaraciones de los obispos ante el proyecto de Ley de muerte digna.
Según la conferencia episcopal esta ley podría ser en cubierta una legalización de la eutanasia y por ello iría contra la dignidad humana.
Dicen los obispos que esta ley deja abierta la puerta para ciertas omisiones voluntarias que pueden causar la muerte o que buscan un proceso de aceleración hacia ella.
Estos obispos quieren darnos a entender que mediante esta ley la gente unas van a matar a otras cuando les de la gana. “Doctor me duele la garganta” “No se preocupe, le aplicaré la eutanasia”.
No, esto no va así.
A mi me gustaría y esto no es un decir sino literalmente hablando, me gustaría que uno de estos obispos me acompañara un día a mi trabajo. Yo les llevaría al lado de un señor, de tantos, que teniendo más de 86 años se encuentre en un estado físico terminal con metástasis generalizado, entubado, con o sin conciencia, con dolores tan fuertes que cuando recobran el sentido ya no les es suficiente la morfina para paliarlos, rodeado de familias y amigos que sólo ven sufrir a su ser querido. Personas que ellas mismas si pueden hablar te preguntan qué hacen ellas aún aquí, y te dicen que por favor reces pero para que se las lleve Dios. Que me digan a mi los obispos delante de una de estas personas qué significa para ellos la muerte digna ¿seguir sufriendo?
—Manly, y por qué no se hace al revés, que ellos escriban un documento por el que en el último momento de su vida se les impida ponerles remedio al dolor
—Pirmaky, sería una solución pero creo que con eso tampoco estarían de acuerdo. jeje.
Publicado por ©Manly
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