En Tordesillas ya no se puede dar muerte al Toro de la Vega
en público, así dice un decreto ley aprobado por la Junta de Castilla y León, lo cual nosotros y
la gente de bien lo hemos celebrado enormemente y lo vemos como principio del fin de la tortura de
animales.
Pero en Tordesillas, en el
pueblo, no se lo han tomado igual y no les gusta la idea. Este mediodía en las
noticias de Telecinco hemos visto y escuchado cómo una mujer del pueblo decía: “que
lo maten que es lo suyo” a esta mujer va dirigido este post.
Dice usted: “que lo maten que es lo suyo” ¿Usted se ha
escuchado? Que lo suyo es matar al
animal, ¿y eso por qué? ¿porque usted y los de su pueblo disfruten viendo sufrir a un
animal? Fíjese, yo no
la conozco pero nada más escucharle decir esto he pensado: "no me gustaría ser ni su hijo, ni su marido, ni su padre…" No me
gustaría tener nada que ver con usted, ni siquiera tomarme un vino. ¿Qué clase
de persona es alguien que disfruta y goza viendo a un animal sufriendo a base
de lanzadas? Si, de lanzadas sangrientas ¿usted alguna vez se ha pinchado con
un cuchillo o una aguja sin querer? Pues imagínese que una lanza le atraviese
el costado, y sin que usted haya dicho nada ni hecho nada para merecérselo.
Yo no entiendo cómo alguien puede disfrutar viendo la agonía
de un animal, un animal que no puede defenderse y ve que cientos de personas
quieren hacerle daño hasta matarle.
Ustedes dicen que es tradición. Yo no digo que no, tradición
es algo que se transmite de generación a generación. A través de la historia ha
habido miles de tradiciones: como el festival de
Gadhimai, celebrado cada cinco años en
el Nepal, donde miles de personas se daban cita y decapitaban a machetes a miles de
animales, en concreto en el 2009 en un sólo dia a 500.000 animales .Tras 265 años de
existencia fue cancelado.
Otra tradición, incluso elevado a derecho, era el del señor feudal en la
edad media que mantenía relaciones sexuales con la doncella de su
dominio la noche anterior a ser desposada con uno de sus siervos.
En Etiopía existe el matrimonio por rapto, hombres que
raptan a jóvenes para casarse con ellas sin que estas puedan alegar nada, es una tradición longeva.
Verá, es que la vida afortunadamente ha ido evolucionando, y algunas tradiciones se van aboliendo, y algunos espectáculos van evolucionando o desapareciendo, ya
ve , desde que los gladiadores luchaban y sus vidas quedaban al arbitrio del respetable, fíjese si han cambiado los espectáculos. Usted debe también evolucionar, créame, estamos en el siglo XXI, si, si, se lo aseguro, llevamos
muchos años ya en el siglo XXI ¿no me cree? Ainsssss….. qué difícil es a veces hablar con alguien.
Señora, hágaselo ver. Nadie debería gozar con un espectáculo
cruento, escuchar los lamentos de dolor del toro, ver cómo chorrea sangre por sus costados, ser testigo de su impotencia, ver cómo
el animal es consciente de no tener escapatoria a la tortura y al final sentir
que le rematan hasta caer al suelo, y todo con impunidad. Es increíble , de
verdad, gozar con esa agonía y vil espectáculo... En serio: hágaselo mirar.
—Pirmaky, a esta gente por mucho que se les diga…
—Ya Manly, cuando falta la empatía…
—La empatía, el raciocinio, la humanidad, la cultura… ufff
qué gente
©PyM
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