27 marzo 2017

Una reina de oro para un rey de bastos

De todos es sabido a estas alturas del presunto comportamiento del rey emérito Juan Carlos en temas de “cuore”. No vamos a entrar en ese tema explícitamente aunque sí vamos a constatar que nos resulta importante e imprescindible que se investigue sobre quién costeaba esas presuntas citas, quien costeaba esos chalets, de dónde salía el dinero para pagar a los escoltas.., Tampoco vamos a entrar en el tema de reyes si reyes no, total, entre Urdangarín, Cristina, Froilán, Juán Carlos, sobra todo lo que digamos, ¿es cuestión de esperar?
De lo que queremos hablar hoy es de  la reina emérita.

Nos ponemos en la piel de esa mujer (mujer y no reina) y nos hacemos cargo de lo que ha tenido que pasar. Sofía ha demostrado lo que ya sabíamos: que era toda una señora de saber estar,  que era toda una mujer responsable, discreta y comprometida, compromiso de reina que ha puesto por encima del de mujer, seguramente porque lo llevaba en la sangre, era de cuna,  para ella el reinado  ha sido una profesión.
Le cae a otra y le da una patada en el culo al marido y le dice: "ahí te quedas tú y tu corona, que yo para esto prefiero la que me dan en el Burger King"

Suponemos que al principio de salir tanta noticia le daría vergüenza pero ahora estará diciendo: "por fin sabéis lo que habéis tenido y lo que yo he soportado".
Un óle por ella.





—Pirmaky, con esto queda demostrado que los reyes no son azules.
—Manly, ni las princesas rosas
—Ya, pero eso  lo sabemos desde hace 11 años.  




©PyM

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