Atravesar la Gran Via de Madrid se ha convertido en una pesadilla.
La cuestión ya viene de lejos.
Dónde quedarán aquellos viernes, sábado por la noche, a la hora de los
cines. Era típico ver las colas de entrada con gente arreglada para la
ocasión, y cuando había estreno se desplegaban alfombras rojas, focos, prensa, se recibía a los protagonistas de las películas… Era fantástico ver tanta vida, a la hora de
la salida la gente se repartía entre las cafeterías de la zona... bueno, ya
nada, los cines se convirtieron en
comercios. Comercios de marcas que se
repiten en las calles paralela: Preciados y Carmen, vamos que es más de lo
mismo.
Pero damos un paso más y tenemos que Carmena y los suyos un día decidieron que somos muchos los que andamos por las
aceras y necesitamos más espacio. ¿De dónde sacar este espacio? Pues de la
carretera, de dónde si no!! Así que se
quitan dos carriles de tráfico rodado que se les dan a los peatones y punto.
Esta medida podría ser la correcta,
más allá de que es únicamente en los días de navidad cuando por la tarde efectivamente la población en la Gran Vía se duplica,
concretamente y haciendo cálculos de 6 de la tarde a 9 que cierran comercios, 3
horas al día por pongamos 20 días dan un total de 60 horas al año. Pues bien, salvo
esas 60 horas yo les puedo asegurar y aseguro que por esas vías de ampliación
peatonal no pasa ni el tato, todos vamos por las aceras tradicionales como nos
han enseñado desde que éramos pequeñitos y por primera vez nos soltábamos de la
mano de mamá.
Pero vamos a poner que sí, imaginemos que es un tropel de gente el que
va por las aceras, vale, en ese caso la pregunta es: ¿Y qué medidas colaterales
han tomado en el Ayuntamiento previa a
esta disminución de vía circulatoria? Jejej, ¿Medidas? ¿Qué es eso? Anda yaaaa…
van a tomar medidas, quitamos dos
carriles y santas pascuas, ellos se apañen” parecen haber dicho.
Pues el apaño es que para cruzar la Gran Via en lugar de diez minutos
tardamos dos nolotiles, un wasap diciendo que llegamos tarde, dos broncas
porque en el bus no se cabe y te dan un mochilazo… y pare usted de contar.
A nadie del Consistorio se le ha pasado por la mente que sería
bueno incrementar las líneas que pasan
por la Gran Vía, bajar los precios del
transporte público, aumentar recorridos de buses en calles aledañas … digo, para persuadir a parte de los coches particulares que por allí
pasan y para quienes pasamos por allí poder hacerlo por rutas alternativas.
Estos meses con las obras no te cuento,
porque por lógica se necesita aparcar camiones para descargar los materiales, las máquinas que se utilizan,
pero eso sí, dijeron que iban a hacer la obra de noche. De noche?? De día ¡¡¡¡¡
Los decibelios que hay que soportar al ir andando por la zona es de
disparar el aparato medidor de contaminación acústica, no te cuento nuestros
aparatos auditivos.
Pero es que la cosa es aún peor. Últimamente volvemos a tener todas las manifestaciones por
medio de la ciudad y en días laborables, de tal manera que vas en el bus y cuando llegas a una plaza el
conductor te dice: lo siento, o se quedan aquí y van andando o seguimos en el
autobús pero les advierto que tenemos que dar una pequeña vuelta hasta llegar a
destino . Y lo que eran tres minutos que te quedaban para llegar a la plaza
siguiente se convierte en un rodeo que cualquier día salimos de Madrid nos
llevan a Cádiz, Alicante y volvemos a la Puerta de Alcalá.
Esto así no funciona, de verdad, ¡Que alguien con empatía coja un día un
autobús en la Plaza de España y vaya hasta Cibeles! Por favor, en nombre del
ciudadano desprotegido, en nombre del ciudadano maltrecho, que alguien del
Ayuntamiento que tenga mano haga ese recorrido antes de que en Madrid se haga
literal aquello de que ¡de Madrid al cielo! Porque perezcamos en el intento de
atravesar la Gran Vía de la ciudad.
—Pirmaky, tú tenias pueblo, no?
—Manly, tú siempre has dicho que
eres de asfalto
—Chico, es que tengo un empacho de asfalto que ya me veo que cualquier
día en lugar de pendientes voy a utilizar retrovisores.
— ¡Ay!, Manly…
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2 comentarios:
La primera vez que fui a Madrid hace muchos años, estaba en la Gran Via aunque no lo sabia, cogí un taxi (o tasis creo que se debe decir en madrileño) y decidido le dije, a la GraN via, xxx.
El taxista se giró y me dijo, puede bajar, está exactamente delante de la direcció que me ha pedido.
Y juro que no habia obras...
Lo comparto¡¡
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