10 junio 2018

¿Existe la belleza?


La belleza es un término abstracto, como puede ser el amor o el odio.  Se dice que “la belleza está en el ojo del observador”

La belleza se estudia a través de la disciplina de la estética. Quien lo haya estudiado , y también quien no pero simplemente se haya parado a pensar en ello, se habrá dado cuenta que  lo llamado “bello” ha sufrido cambios a lo largo de la historia, y de hecho va cambiando ahora que la comunicación está totalmente globalizada y al alcance de cualquiera, a más velocidad que nunca.
Lo que ahora es tomado  por la mayoría de la sociedad como bello hace un año era tildado como antiguo y feo y lejos de perdurar dentro de unos meses de nuevo será feo.  Como ejemplo ciertas canciones, ciertos atuendos…  Por lo tanto no existe la belleza como entidad propia. Una silla es una silla siempre. La belleza no.


En Época de Rubens las mujeres con grandes curvas entradas en kilos era la belleza perfecta, es más, hoy en día en algunos países como Mauritania, la gordura de la mujeres es un extra de belleza, en Europa es al contrario y se dice seguir  los cánones de belleza únicamente  si se tienen  siluetas delgadas.

Otro ejemplo,  en algunas tribus es bello que los individuos se hagan grandes perforaciones en las orejas, a nosotros que vivimos en otra civilización no nos gusta nada y nos resulta feo. Pero sin irnos a otra civilización, una persona tatuada totalmente incluso el cuero cabelludo es alabado por mucha gente, les resulta bonito, a mi en particular no me gusta nada y me parece de lo más feo que hay.

La belleza está determinada por el tiempo en el que vivimos, por la sociedad donde vivamos y por las experiencias personales de quien observa.


El término “belleza” es difícil de describir. ¿Acaso es todo aquello que produce sosiego? No,  es suficiente  escuchar cierta música tecno para darse cuenta uno de que  no produce calma y sin embargo es “bello” para muchas personas.
¿Es simetría, es armonía?  Nada más lejos de la realidad cuando vemos ciertos cuadros cuya  complejidad nos atrae hasta tildarlos de bellos.

A lo largo de la historia los estudiosos han tratado de definir la belleza, incluso de encontrar alguna fórmula en su definición, de ahí la  proporción áurea, las proporciones matemáticas en las esculturas griegas…  pero la subjetividad de la belleza ha hecho que todo fracase.

En un reciente intercambio de pareceres a cerca de este tema que hemos tenido en redes sociales, alguien promulgaba (no lo menciono por si no quiere) que la belleza es algo que existe como realidad objetiva y me ponían el ejemplo de un espejo,  la belleza existe como tal porque queda plasmada en el objeto.  Tenemos que decir que no es así. 
Un objeto ya sea visto en un espejo o  de forma directa  es percibido  por el ojo humano que capta la imagen y llevada esta imagen hasta el cerebro donde  es  procesada esta sensación (también podía ser por el gusto, el tacto…)  y es el cerebro quien redefine la realidad  buscando modelos que tengamos ya definidos  y otorgándole un significado emocional. De esto se deduce que lo que vemos lo hacemos siempre impregnado de nuestra propia experiencia.  Nuestra vida, nuestra cultura condiciona nuestra percepción y de ahí que algo nos parezca bello o feo. Y esto es una experiencia totalmente personal.
Esto es  importante: la visión no es algo imparcial y objetivo sino una interpretación  en función de nuestras experiencias.  Por lo tanto lo que se ve no es algo absoluto.


Nuestro interlocutor anteriormente citado (no por su nombre por discreción) mantenía que la percepción visual era algo objetivo.  Error.  Y voy a ser muy directa. Lo que una persona ve no tiene por qué coincidir con lo que ve otra, de hecho y sin ir más lejos una persona que tenga daltonismo acromático lo verá todo en blanco y negro mientras que otro observador del mismo objeto lo verá en colores.  Hay personas incluso que ni siquiera pueden llegar a ver ciertos círculos  o  dibujos que  de hecho están y si son percibidos por otro individuo.

Y esto por no meternos en otro jardín: ¿Es que acaso existe realmente el mundo que vemos como tal? Tenemos que tener en cuenta que la retina detecta millones de puntos de luz, algunos son descartados de forma automática y el resto son captados y transportados por las complejas redes neuronales que conforman en el cerebro un dibujo que reconocerá o no según se tenga modelos de los mismos.  Hay quien afirma que el mundo no existe en tanto que está construido por cerebros que lo conforman. Tantos cerebros, tantos mundos que hay.


Este tema es superinteresante, estaríamos escribiendo sobre él durante folios y folios pero preferimos como siempre en este blog, dar ciertas pinceladas y si es del agrado e interés de quien llegue hasta aquí, invitarle a que investigue más sobre el asunto. Y si quien llega es nuestro mencionado interlocutor estaríamos encantados de abrir en los comentarios un foro al que todos estáis  invitados.




—Pirmaky, si existiera la belleza como tal y de forma independiente ya habría algún gobierno que le hubiese impuesto un  IVA del 32%
—Manly, no des ideas




©PyM

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