El otro día visitamos una exposición de las Fuerzas Armadas y sin querer entrar en ejército si o ejército
no, queríamos unirnos a la reflexión que se viene dando en otros blogs así como
en los diferentes medios.
Veamos,
En la exposición que se celebraba al aire libre en Madrid
Rio, había cientos de personas, de familias con niños, gente por allí guardando
la vez para subirse a los helicópteros, a los tanques, niños y no tan niños con fusiles todos haciéndose selfies, con sonrisas de oreja a
oreja, todos ajenos a lo que estábamos visitando: material de guerra, de
destrucción, material que va dirigido expresamente para matar al mayor número
posible de seres humanos.
Como bien sabéis, últimamente, es habitual ver gente que se hacen selfies bailando,
en ropa interior, haciendo piruetas o
muecas… en escenarios donde ha ocurrido
algún hecho luctuoso o la mayor catástrofe posible, como en los raíles que entraban directamente al campo de concentración de Auschwitz, selfies en los pueblos desolados de Chernóbil,
selfie junto a una persona que acaba de morir…
todo para luego subirlo a las redes y ganar likes.
La falta de empatía por las desgracias de los demás es
aborrecible. Esto merece una reflexión por parte de todos, no debemos estar
ajenos al sufrimiento de otra persona, aunque no la hayamos conocido y mucho
menos ignorarlo e incluso ridiculizarlo.
Y todo para subirlo a la red social de turno y ganar likes. Nos preguntamos ¿Cuánto vale un like? Para
algunos bien poco, para muchos el coste de un like es la dignidad, y para otros un like vale la propia vida.
En este enlace podéis ver los montajes
fotográficos que Shahak Shapira artista con una vida ligada al holocausto, realizó con fotos que
los turistas se hacían en el monumento a los seis millones de víctimas del
genocidio.
Estamos locos.
—Pirmaky, la moda no
tiene techo, esto siempre es “el no va más”.
—Manly, esto más que moda
yo diría que es inconsciencia, pura y dura.
—También es verdad.
©PyM
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