02 octubre 2019

11 S Torres Gemelas - 2 Oct Ángeles guardianes


La palabra "ángel" proviene del latín "ángelus" que a su vez viene del griego que significa “mensajero”.

Muchos definen a los ángeles como vibraciones de nuestro pensamiento  que se produce en nuestra inconsciencia,  es decir, manifestaciones de una fuerza inteligente interna, algo no tangible que adquiere formas que nuestro cerebro acepte pero realmente no dejan de ser ondas de frecuencia.

Según las religiones monoteístas son mensajeros de Dios, son almas puras cuya misión es protegernos.

Para otros simplemente no existen y todo  es producto de la fantasía y  leyendas.


Pero quién no ha ido a cruzar una carretera y no sabiendo por qué se ha detenido de manera súbita y al mirar ha estado a punto de ser atropellado. Quién de manera intuitiva no ha hecho algo que a resultas ha sido trascendente, o ha sentido un aviso …


Este mes  pasado de Septiembre se ha cumplido 18 años desde el atentado a las Torres Gemelas de Nueva York.  Miles de personas murieron. Otras  se salvaron y algunas de estas cuentan historias, como mínimo, asombrosas.

Dos ejemplos,


Genelle Guzman   se encontraba en la cafetería de la planta 46 cuando escuchó el estruendo de uno de los impactos, creyó que era un terremoto hasta que el segundo le hizo asomarse a las ventanas. Desde allí vio personas en llamas,  personas que se tiraban al vacío. Todos querían huir. La torre donde ella estaba se desplomó y ella quedó atrapada entre dos vigas.  Oía la voz de alguien pidiendo socorro pero  esta se calló. Permaneció allí 27 horas. Unos minutos antes de que sus rescatadores llegaran,  suplicó una segunda oportunidad, no quería morir. Fue entonces cuando  un tal Paul le cogió la mano y le dijo: ´”Genelle, vas a estar bien”. Después, ya rescatada, preguntaría por este  Paul que le había tranquilizado, pero nadie daba crédito de él.



Ron Di Francesco trabajaba en la planta 84 cuando el segundo impacto le hizo huir,  bajaba las escaleras con los demás cuando la gente  caían desmayadas , él también. Fue entonces cuando una voz le dijo: “Ron, levántate y sigue por este camino”. Sin dudarlo se dirigió hacia donde nadie hubiese ido por ser la zona más cercana al punto cero del impacto,   siempre guiado por aquella voz sosegada  llegó hasta la salida sin ningún rescatador.  Era inexplicable cómo había podido superar las altas temperatura y permaneciera con vida, de hecho las lentillas que llevaba puestas se le unieron a los ojos.




Muchos son los testimonios de supervivientes que habían seguido “ordenes” de voces que con toda calma le decían cómo actuar, contraviniendo cualquier razonamiento ante el peligro.  Por cierto, todos los testimonios ocurrieron en la Torre Sur del World Trade Center, ninguno en la 1. 



Por lo menos para pensar.






©PyM



1 comentario:

⟴Ricard dijo...

Todo es fruto del maravilloso órgano que tenemos bajo el sombrero. En éstas anécdotas los que supuestamente han sido ayudados por su custodiante (también supuesto) explican algo hermoso, pero quizás si pudieramos escuchar las "sugerencias" que recibieron los que sucumbieron, lo veríamos todo de una manera mas objetiva. Lamentablemente, estos últimos ya no nos pueden explicar nada.
Dioses, ángeles, demonios... quedo a la espera de experiencias personales. Mientras, sigo adornado de un sano escepticismo no militante. Creo que es más prudente.